Bioética

CAMPO DEL CONOCIMIENTO

HUMANIDADES EN SALUD

Este campo disciplinario se insertaba anteriormente en el campo de conocimiento de las Ciencias de la Salud. Durante la última década el Sistema Nacional de Salud, ha puesto en marcha programas para mejorar la calidad de sus servicios, definiéndola “Como el grado en que los servicios mejoran la salud de manera congruente con las normas profesionales y los valores de los pacientes”. Su dimensión interpersonal se conceptualizó como el respeto al paciente como ser humano (PRONASA 2001-2006). Desde entonces han cobrado relevancia una serie de acciones tendientes a cristalizar los conceptos que construyen la calidad; una de ellas es la definición de códigos de ética; otra, el hacer explícitos los derechos de los usuarios de los servicios y sus prestadores, asícomo la implementación de programas muy específicos, tal es el caso, de los derechos sexuales y reproductivos de la población indígena. Lo anterior consolida la formación de profesionales de la Bioética para mantener la pertinencia, conducir y vigilar su cumplimiento a través de la organización y gestión de comités de bioética, quienes han tenido una creciente presencia en las instituciones de salud en todo el país. En la presente administración federal se ha dado continuidad a estas acciones con el Programa “Si Calidad”. PRONASA 2007-2012. Asimismo, las implicaciones éticas, legales, sociales y la evolución histórica de los avances científicos y tecnológicos aplicados a la conservación de la salud y la prolongación de la vida, hacen que el conocimiento del proceso salud-enfermedad esté incompleto sin la participación de los Bioeticistas, quienes guían la toma de decisiones estableciendo los límites y alcances de las acciones de profesionales e investigadores del área. Lo anterior se refleja en la creciente demanda en la formación de recursos humanos en este campo disciplinario, la cual se considera se incrementará dados los avances en la genómica, la proteómica, la telemática, la robótica, la informática, y su impacto en la preservación de la salud y de la vida, con el consecuente surgimiento de nuevos desafíos bioéticos. La estructura curricular se organizó de forma inter y multidisciplinaria, favoreciendo el análisis filosófico, jurídico, social y político de los avances científicos y tecnológicos, así como el secular y laico de los factores biomédicos.